Porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber, fui extranjero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me cubristeis, enfermo en la cárcel y no me visitasteis.
De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos, tampoco a mí me lo hicisteis.
Jesús es clarísimo dando sus mensajes. Él está en el prójimo y si no tratas bien al prójimo, no tratas bien a Jesús.
En la Pastoral Penitenciaria de Jerez lo tienen clarísimo. Por eso, trabajan día a día en el acompañamiento de las personas presas de la Diócesis de Jerez Asidonia.
Como cada año, visitan Frontera Radio y quien escribe, tiene la suerte de entrevistarles y escuchar su testimonio que comparto con ustedes.