Imagen de Entre_Humos en Pixabay

Me decía un joven gay, de unos veinte años, que no se identificaba con la comunidad LGBT+. Que no tenía nada que ver con quienes asistían a las manifestaciones del Orgullo. Que su vida sexual era privada y no tenía por qué compartirla con nadie.

—Por supuesto, tienes derecho a sentirlo así —le respondí—, pero ¿no te das cuenta de algo? Los derechos de los que disfrutas hoy, esos que sientes como algo natural, no cayeron del cielo. Antes que tú, mucha gente en España —no hace tanto tiempo— literalmente entregó su vida. Hubo quienes enfrentaron la pena de muerte, años de cárcel o el rechazo absoluto de la sociedad, todo para que tú pudieras vivir con esos derechos.

Especialmente, deberías estar agradecido a la comunidad transexual, que fue la primera en salir a las calles, arriesgando todo, incluso enfrentando violencia brutal, para abrir el camino que hoy te parece tan seguro.

Este chico parecía ajeno a todo eso… hasta ahora. Hoy está perplejo al enterarse de que, tras el triunfo de figuras como Donald Trump o Elon Musk, META —la empresa de Facebook, Instagram y WhatsApp, dirigida por Mark Zuckerberg— permitirá en sus plataformas que se nos llame «enfermos». Incluso se podrá hacer propaganda de las infames «terapias de conversión» que pretenden «curarnos».

Ahora ha comprendido una dura verdad: los derechos no son eternos. Lo que se conquista con años de lucha puede perderse en un instante, en el tiempo que le lleva a un político fascista cambiar una ley. Y cuando eso ocurre, te quedas sin nada.

Querido chico, aprenderás como lo hicimos todos: a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Muchas lágrimas. Los que venimos de la guerra sabemos lo que se avecina. Nos cansa, es cierto, pero tenemos experiencia. Además, somos mayores; tenemos menos que perder que tú, que tienes toda una vida por delante, una vida que creías segura y que ahora se tambalea.

Pero no te preocupes. Siempre habrá alguien que luche por ti, incluso si tú decides no mover un dedo, incluso si no te sientes parte de la comunidad. Siempre habrá quienes peleen para que puedas ser feliz.

Y usted, querido lector o lectora, que no es de la comunidad LGTBIQA+, tome nota. Seguro que algún derecho suyo también está a punto de desaparecer.

Los derechos no eran para siempre. Alfonso Saborido. 2025. Se puede difundir diciendo la autoría de la publicación.

por alfard

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